Resumen
La historia del vino de España se ha entrelazado con la historia de otras actividades humanas como pueda ser la agricultura, la gastronomía, las actividades lúdicas de las civilizaciones, así como del devenir del hombre mismo. Tradicionalmente, su vino ha estado ligado al mundo de la cultura y el vino es, por tanto, cultura.
Palabras clave
Vino,historia,cultura,origen, Exportación
Contenido
Resumen
Introducción
1. El origen del vino
2. La hiatoria del vino de España
2.1La Situación que el vino desarrollaron en los diferentes períodos históricos.
2.2Los Hábitos de beber de España.
3. El resumen sobre el vino de España.
3.1Las zonas que se elaboran vinos de calidad.
3.2Los típicos del vino de España.
4.Las ventas del vino.
La Investigacion de La Cultura de Vino de España
Es una creencia generalizada que los comienzos de la elaboración del vino se ubica en una extensa zona situada al sur del Cáucaso: situado entre Turquía, Armenia e Irán. La uva primigenia era la vitis vinifera sylvestris y se han recogido numerosas evidencias arqueológicas en las inmediaciones de Turkmenistán, Uzbekistán y Tajikistan datadas en lo que va desde el neolítico hasta comienzos de la época de bronce. Existiendo dataciones anteriores en Ohalo II (cerca del mar de Galilea) que señalan 20.000 a.C. Ya en el mioceno crecía la uva en Europa Occidental.
Muchas de las grandes culturas del mediterráneo así como Oriente Próximo reclaman haber inventado ellos mismos el proceso de vinificación atribuyendo su descubrimiento a un héroe local o a una divinidad agraria. Pero el caso es que el comercio y la expansión de algunas culturas e imperios ha hecho que el vino y su cultivo se fuese extendiendo por diversas regiones de la Tierra, adoptando nuevos sabores y aromas. El vino (al igual que otros alimentos básicos) aparece en la cultura cargado de simbolismo. El vino aparece en la Biblia (Libro del Génesis) tras el Diluvio universal replantado por Noé (del que la tradición judeo-cristiana aclama como inventor del vino), aunque puede establecerse un paralelismo con Noé en el personaje del poema de Gilgamesh (narración de origen sumerio) denominado Utnapishtim que igualmente planta viñas tras un diluvio. En las diversas culturas de la tierra existen otras bebidas fermentadas similares, como puede ser la hidromiel y la sidra de los pueblos del Norte de Europa, el koumiss del Asia Central, los mismos romanos fermentaron higos y dátiles para hacer bebidas alcohólicas. La capacidad adaptativa de la uva a diferentes climas y suelos, su alto rendimiento, es la única fruta que retiene en su interior cantidades de un inusual ácido denominado tartárico que favorece la acción de las levaduras. Se puede decir que en la actualidad la uva es la fruta más recolectada a nivel mundial, siendo el 70% de la misma dedicado a la producción de vino.
La abundancia de variedades viníferas nativas en la Península Ibérica posibilitó el comienzo temprano de la viticultura, con semillas de uva del periodo Terciario. Algunos arqueólogos creen que estas uvas fueron cultivadas por primera vez entre el año 4000 y 3000 ac, mucho antes de que los fenicios fundaran la ciudad de Cádiz hacia el año 1100 ac.Tras los fenicios, los cartagineses introdujeron nuevos avances en el cultivo de la vid, incluidas las enseñanzas del viticultor Mago[2] Las guerras púnicas entra Cartago y la emergente República de Roma provocarían la conquista romana de la península, a la que llamaron Hispania.
Lagar del siglo IV, EL Puerto de Santa MaríaTras el declive del Imperio romano, Hispania fue invadida por hordas germánicas que destruyeron muchas plantaciones de vid. Poco se sabe sobre el progreso de la viticultura y la vinificación durante este período pero parece evidente que existió algún tipo de industria vinícola cuando los árabes ocupan la pernínsula a principios del siglo VIII. Aunque los árabes eran musulmanes y estaban sujetos a leyes coránicas que prohiben el uso de alcohol, el cultivo de la vid continuó e, incluso, mejoró durante el periodo de dominación musulmana. Los gobernantes moriscos tuvieron una postura ambigua hacia el vino. Varios califas y emires poseyeron viñedos y bebían vino y aunque hubo leyes escritas que proscribían la venta de vino, las dinastías más liberales permitieron a los cristianos continuar con el cultivo de sus viñedos y la elaboración del vino, sobre todo en los monasterios.
Con la Reconquista se volvió a abrir la posibilidad de exportar vino español. Bilbao surgió como un gran puerto comercial, a través del cual se introducían vinos españoles en los mercados ingleses de Bristol, Londres y Southampton. La calidad de algunos de estos vinos exportados parece haber sido alto. En 1364, el tribunal de Eduardo III estableció el precio máximo del vino vendido en Inglaterra, siendo los vinos españoles valorados al mismo nivel que los vinos de Gascuña y más altos que los de La Rochelle. El alto contenido de alcohol de la mayoría de los vinos españoles favorecía su mezcla con vinos más "débiles" de las regiones de clima más fresco de Francia y Alemania, aunque hubo leyes que proscribieron . Con el nombre de vino español se designa tanto el producto como el acto social que acompaña a inauguraciones o eventos similares e incluye un brindis. Es una costumbre social muy extendida la de tomar vinos acompañados de tapas en bares o tabernas. Según el recipiente utilizado y la mayor o menor cantidad servida, se denominan vasos, copas, tazas, cañas, cortos, chatos o txikitos (esta última expresión propia del País Vasco -léase chiquitos-; hay una gran variedad de denominaciones locales). Antiguamente el vino se medía en la taberna, habitualmente en un cuartillo si se iba a consumir en el local, o en medidas mayores (azumbre de cuatro cuartillos) si se iba a compartir entre varios bebedores o se compraba para llevar a casa. El vino se conservaba en barricas, pellejos, botas, barriles o cántaras, presentes en la misma taberna. Desde la segunda mitad del siglo XX lo más común es servirlo desde botellas (la medida más habitual es 750 ml). En Cataluña y otras zonas era habitual el uso del porrón.
Tradicionalmente, el vino ha estado ligado al mundo de la cultura y el vino es, por tanto, cultura. Todo en el vino es una liturgia, todo tiene su por qué. Desde el diseño de una etiqueta hasta la forma de la botella.El vino forma parte de la cultura porque forma parte de los espanoles sus mismos .También el vino se encuentra unido a la salud. Todos sabemos que el uso comedido e inteligente del vino alarga la vida y nos la hace más grata.Porque una bebida que tiene hasta sus propios dioses tiene que ser una bebida con magia.A través de esta sección pretendemos poner de manifiesto todo aquello que rodea a la magia del vino y lo hace diferente de cualquier otra bebida.
Las variedades nativas de uva española son abundantes, con más de 600 variedades nativas plantadas por todo el país, aunque aproximadamente el 80% del vino producido a nivel nacional se elabora con sólo unas 20 variedades, entre las que destancan; Tempranillo, Albariño, Garnacha, Palomino, Airén, Macabeo, Parellada, Xarel·lo, Cariñena y Monastrell.
Algunas de las zonas vinícolas más conocidas internalcionalmente son Rioja, Ribera del Duero, famosa por su producción de Tempranillo; el Marco de Jerez, por sus vinos fortificados; Rías Baixas, por sus vinos blancos de Albariño; Penedés, por la producción de cava; y Priorat.
En la práctica totalidad de las regiones españolas se elaboran vinos de calidad. Andalucía, Aragón, Baleares, Cataluña, ... Cada una de las regiones españolas poseen vinos de excelentes cualidades. Cada una de las regiones aporta notas diferentes en sus vinos.
En el noroeste, las variedades blancas de vino de Albariño y Verdejo son uvas populares en las Rías Baixas y Rueda respectivamente. El Cava producido en las regiones de Cataluña y otras partes de España, se elabora principalmente con uvas de Macabeo, Parellada y Xarel·lo, también usadas para la producción de vinos blancos. En el sur, las principales uvas son Palomino y Pedro Ximénez.
Debe los peculiares vinos finos y vinos blancos del sur hasta los más recios de Cataluña o Levante, pasando por los vinos de tradición de La Ribera del Duero o Valladolid, cada uno de estos vinos encierra una tradición de siglos que no pueden perderse.Catal uña es la tierra de España con más Denominaciones de Origen de vinos. Su característica orografía que va desde las llanuras de sur al paisaje alpino o a la cálida costa, le concede posibilidades inmejorables para elaborar caldos muy bien afinados, muy actuales.Cataluña es mucho más que cava o vino del Penedés. Los pequeños viticultores (las más de las veces sin acogerse a Denominación alguna) son los protagonistas de una prodcción de vinos importante que todo amante del vino debe conocer.De los potentes vinos del Priorato tarragonense a los más novedosos del Ampurdán-Costa Brava o Alella hay toda una gama de vinos tintos, blancos, rosados y cavas capaces de satisfacer los gustos más exigentes.Uno de los factores que propician la profusión de Denominaciones de origen en Cataluña radica en la cantidad de microclimas de esta comunidad. Desde él frío seco de Manresa a las cálidas costas meditarráneas de Tarragona, mesetas, paisaje alpino y extensas llanuras se combinan por toda Cataluña. Esto da lugar a multitud de variedades que se adaptan a cada uno de los climas y suelos de la región.La proximidad con tierras francesas ha permitido a los D.O. vinos de Cataluña contagiarse de las técnicas más novedosas. Dichas técnicas han mejorado los vinos de Cataluña y de España. La incorporación de variedades francesas de una como la cabernet sauvignon ha ampliado el campo de sabores y aromas de los vinos de Cataluña.El catalán no es persona de bares. A diferencia de La Rioja, Andalucía o Castilla, donde se acude a diario a los bares a degustar vino y cerveza de la tierra, en Cataluña se acostumbra a adquirir vinos (a granel o embotellado) en las pequeñas bodegas tradicionales o el las magníficas enotecas de Sants o La Diagonal para consumirlos en compañía de amigos y familiares, en casa, o en el campo en una "calsotada" como Dios manda. Todo es una cuestión de costumbres.Una de las razones de esta costumbre puede radicar en el hecho de que los propietarios de los bares catalanes sean de origen gallego y andaluz. Estos restauradores han puesto poco celo en el cuido de sus establecimientos, llegando a ser lugares poco propicios para la buena charla y la degustación de buenos vinos de la tierra y más proclives a la sola ingesta de vinos ásperos.Por fortuna, todo esto está cambiando a pasos de gigante y, cada vez más, los establecimientos catalanes se actualizan e incorporan vinos y tapas muy elaborados, muy acorde con la categoría de una de las principales capitales europeas.Esperemos que esta fiebre modernizadora no acabe con las vetustas tabernas del barrio gótico, de San Antonio o de los alrededores de La Boquería, lugares que si han sabido conjugar el gusto por lo antiguo con buenos vinos y un ambiente que invita a la charla animosa.
Galicia es una tierra mágica y es posible que los vinos contribuyan a esa magia a medias entre su mar, repleto de buen marisco, y su tierra, llena de buenos vinos, carnes de primera y quesos inconfundibles.Entendérnoslas con un centollo en la Plaza de Maria Pita en La Coruña, o con unos berberechos recién cocidos en San Xenxo es una experiencia única.Pero si a estos manjares le añadimos un albariño o un ribeiro el placer es completo.Porque el albariño sabe a tierra de dentro, a hierba húmeda y el ribeiro es la esencia de latradición gallega.Refrescarse con vinos de Galicia en tierra extraña es volver a la tierra madre, es dejar la "morriña a un lado. Para los que no somos de tierras gallegas es acercarnos al fin de la tierra, al mar que huele a mar y a su gente enorme.Los vinos gallegos han pasado de ser vinos de consumo localizado a ser vinos muy reputados y reconocidos. En la actualidad podemos encontrar vinos de Galicia en la práctica totalidad de las tiendas de España.Se rata de vinos con fuerte personalidad, con carácter, diferentes a los vinos que se elaboran en el resto de España.No es de extrañar que la mayoría de los vinos de Galicia sean blancos, incluidos los que se acogen a la reciete Denominación de Origen Monterrei. La gran variedad de pescados y mariscos que no ofrece esta tierra, maridan deliciosamente con los vinos gallegos.Hueco escaso tienen todavía los vinos de la Ribeira Sacra. Se trata de vinos artesanos muy bien elaborados, con una personalidad distinta al resto de vinos gallegos. Tampoco son muy conocidos los excelentes blancos de Valdeorras, de profundo sabor y tradiciónGalicia es una tierra de tradiciones, y el vino es tradición. Sin embargo, los bodegueros gallegos han hecho un esfuerzo de modernización de procesos que están redundando claramente en los sabores y aromas de sus vinos. También las botellas han notado el cambio. De aquellas robustas botellas de vino con burdas etiquetas se ha pasado a botellas de vino más estilizadas, más del gusto actual.No todos los vinos gallegos tienen Denominación de Origen. Los vinos de la tierra de Barbanza e Iria, de Betanzos o del Valle del Miño-Ourense presentan una muy buena estructura y son buenos de tomar. Su precio les hace convertirse en vinos de todos los días.Por todo ello, cuando vayamos a elegir un buen blanco o tinto, no debemos olvidarnos de las vinos de Galicia, sobretodo cuando se trate de entendérnoslas con una mariscada o un queso tierno o cremoso.
Francia es un país de referencia cuando hablan de vinos de verdad. Es el país más reconocido mundialmente por sus vinos.mejorar los vinos de España. Desde los métodos para producir vinos espumosos hasta las técnicas de fermentación controlada, los bodegueros del país vecino nos han enseñado “sus cartas” desde siempre.Los bodegueros más osados de La Ribera del Duero y de La Rioja se formaron en las mejores bodegas de Burdeos y Borgoña hasta traer a España todo el saber hacer de los vinos de allí.La simbiosis entre los vinos españoles y los franceses ha sido holgada desde los comienzos de la historia de nuestros vinos. Los franceses se sorprendieron del rendimiento de la uva tempranillo cuando, durante la plaga de filoxera, acudieron a los cosecheros del norte de España a por vinos con los que llenar sus vacías barricas.Si, como decía Aristóteles, “justicia es dar a cada uno lo que es suyo” a los vinos franceses les corresponde un primer puesto entre todos los vinos del mundo. Los vinos españoles, los más pujantes en la actualidad, se merecen por derecho propio un segundo puesto y la posibilidad en un futuro, no muy lejano, de competir con los vinos franceses por esa primera plaza.Otra cosa son las bodegas. Hay bodegas españolas que superan con creces a otras francesas y viceversa, porque eso no depende de que se encuentren en una zona u otra, sino en el saber hacer y en el trabajo de bodegueros concretos. En España existen bodegas paradigmáticas que han enseñado a medio mundo cómo se hace el mejor vino.
El vino de España se abre paso en China y aumenta su cuota de mercado, actualmente España es el sexto exportador de vino al país asiático. Como sabemos, China es un mercado emergente con muchas posibilidades, la apertura comercial y el crecimiento del poder adquisitivo son condicionantes para que China sea uno de los mercados más atractivos para el resto de países del mundo. Hace un par de años destacábamos que las importaciones de vino habían aumentado espectacularmente en China, algo lógico teniendo en cuenta que se habían reducido significativamente las tasas arancelarias que gravaban al vino en el país, recordemos que el impuesto fiscal podía incrementar un vino cuyo coste era de 5 euros, a 90 euros en el precio de comercialización final.
El caso es que a raíz de la bajada de impuestos arancelarios, se disparó la importación incrementándose en un 78% con respecto al periodo de las elevadas tasas, fue una gran noticia que permitía abordar el mercado chino con grandes expectativas. Es cierto que el vino de España se abre paso en China, pero por delante de nuestro país están otros como Australia, que juega con la ventaja de la proximidad geográfica y por el exceso de producción, algo que se traduce en precios más reducidos para la exportación.
La población del país adopta el modelo europeo, busca nuevos sabores, vinos de mejor calidad y podríadecir que en cierto modo se occidentalizan’ en lo que respecta al vino y la gastronomía, en sólo cinco años se ha multiplicado por diez el vino procedente de otros países que se introduce en China. Sin embargo, no se debe olvidar que China se preocupa por sus intereses, sería interesante retomar la lectura del post China aumenta la producción de vinos, se han multiplicado las bodegas en el país y utilizan los mismos métodos de elaboración de vino que utilizan los productores europeos.
Del mismo modo, también se han adoptado los parámetros de calidad que demanda la población con mayor poder adquisitivo, antaño un vino elaborado en el país se comercializaba a un precio máximo de 4 euros, pero con los cambios citados, ahora se elaboran vinos cuyo coste alcanza hasta los 300 euros. La industria enológica china crece paralelamente a las importaciones de vino europeas, por lo que China se convierte en un competidor que juega con algunas ventajas, las bodegas chinas ofrecen vinos de mejor calidad y se apela al nacionalismo. Actualmente se ha incrementado la importación de vinos, pero esta situación podría cambiar dependiendo de las acciones que realice la industria enológica del país.
Conclusión
España, tiene una larga historia del vino que es el mas famoso en el mundo,y el más adecuada geográfica. Además,su tecnología avanzaran,hasta hoy día,su puede Líder en este campo.